martes, 16 de agosto de 2016

Road-trip Huasteca Potosina.

El fin de semana tocó road-trip, los disfruto siempre siempre porque viendo los paisajes y escuchando música el tiempo vuela de manera especial.

Durante este tiempo estaré haciendo viajes pequeños por mi país, antes de volver a aventurarme.
Tres de mis mejores amigas y yo emprendimos el viaje desde Monterrey en la noche hasta llegar aproximadamente a las 12 a Xilitla S.LP, durante ese trayecto nos detuvimos a desayunar comida de la Huasteca Potosina que debo decir que es delisiosísima y muy barata. Desayunamos por $40.



Al llegar a Xitlita rentamos una cabaña en el paseo de "Las Pozas" muy cerca del conocido "Jardín Surrealista de Edward James", nuestra primer parada y de las obligadas cuando viajas por la Huasteca, en resumen el Jardín es: magia. Fue uno de mis lugares favoritos, por la buena vibra que tiene este lugar, yo creo que estar escondido en medio de la naturaleza te obliga a tener esta buena onda que se siente.



Después de pasar la tarde en el pueblo mágico de Xilitla, hicimos amigos y tomamos cervezas en un bar, cantamos y contamos nuestras historias, ""La Casa Vieja" era su nombre. Al siguiente día nos dimos a la tarea de ir en autobús a conocer la cascada de Tamul y el Puente de Dios. A aproximadamente 4 horas de donde estábamos,después de bajar del autobús comenzó nuestra aventura haciendo dedo para llegar a nuestros destinos, pasamos la tarde relajándonos en unas cascadas bastante bonitas pero muy llenas de gente para mi gusto y después hicimos el cardio de nuestras vidas en el puente de dios, un cenote muy bonito en el nadar esta riquísimo. De regreso tomamos un taxi a la central y regresamos cansadísimas a Xilitla, una platicadita acompaña de cena y buena música y directo a la cama.



El ultimo día igual de cansado pero muy divertido conocimos la cascada de Tamasopo una parada súper recomendada y obligada que después de remar por un par de horas tienes la suerte de toparte con una cascada color turquesa que dan ganas de quedarte horas ahí para contemplarla, la mejor parte cuando vas regresando y otros viajeros te mojan con el agua del río, la mejor manera de refrescarte o al menos de aligerar la remada. En una parada exprés en el cenote y en las tienditas donde venden aguas de frutas y uno que otro snack. Después de las cascadas, la Cueva de las Golondrinas, lugar escondido entre la naturaleza y casa de miles de golondrinas que salen y entran cuando cae la noche para descansar.



De regreso a Monterrey estaba cansada y con ganas de dormir en mi cama un día entero, a pesar de el cansancio físico que sentía me quedé muy feliz de haber hecho ese viaje, compartí tiempo de calidad con mis amigas y confirmamos lo lindo que es viajar con personas que comparten el mismo justo de escaparse de vez en cuando de la ciudad. Para mi fortuna en los siguientes dos días de ese viaje, me invitaron a  un road trip más hacia  la playa donde nací y debo confesar que fue uno de los viajes que más he disfrutado hacia allá.


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